Síndrome de Fatiga Crónica. bLANCA Mesistrano. Asociacion Fibroamerica
Cada persona con Síndrome de Fatiga Crónica experimenta diferentes síntomas y dispone distintas cantidades de energía. Generalmente la energía de un paciente con síndrome de fatiga crónica es el 40% de la que posee otra persona sana y demora mucho más tiempo en recuperarla, generándose el cansancio post esfuerzo.
Lo importante para autoadministrar a nuestro síndrome es saber cuánta energía poseemos, cuanto tardamos en recuperarla, como nos afecta, identificar con que síntomas se presenta, como podemos prevenirla, conservar la serenidad y emplear los recursos de que disponemos para recuperarnos en cada recaída.
El Dr. Pablo Beretta, clasifico en tres estadios la energía de que dispone cada persona con síndrome de fatiga crónica.
1) Cansancio y/o dolor que tras un esfuerzo solo revierte con reposo más prolongado que lo habitual. (Formas de comienzo).
2) Cansancio y/o dolor que con las tareas habituales solo revierte con reposo más prolongado que lo habitual. (El más frecuente).
3) Cansancio y/o dolor que no revierten independientemente del reposo. (El más grave).
Debemos aprender cuanta energía tenemos y que podemos hacer con ella. Si voy a asistir a un evento mas exigido, deberé agendar descansar antes y después de la reunión, para poder alcanzar una buena calidad de desempeño, sin recargar mi energía habitual.
Debemos tener presente que la energía puede verse disminuida por experiencias tensionales o emociones fuertes de alegría, estrés o dolor.
Los síntomas del síndrome de fatiga crónica parecen inconexos. No lo son tanto, cuando recordamos que afecta a las funciones de diversos sistemas del cuerpo que se manifiestan mediante síntomas: psicológico, neurológico, inmune, digestivo y sexual.
En cada persona el síndrome de fatiga crónica pueden variar en intensidad, duración e incluso podemos no experimentar alguna de sus características.
Síntomas
Los síntomas pueden ser: Fatiga física, mental, fatiga post esfuerzo, trastorno del sueño o insomnio, sueño no reparador, dolores, confusión, perdidas temporales de memoria reciente, sensibilidad a la luz, ruidos, sobrecarga emocional, dificultades para enfocar la vista, visión borrosa o doble, desorientación, inestabilidad espacial, debilidad muscular, nódulos linfáticos, dolor de garganta, fiebre leve, estados similares a la gripe, malestares generalizados, sensibilidad a medicamentos, perdida del mapa cognitivo, limites corporales inexactos, dificultades para percibir la profundidad, zumbidos en los oídos, dificultades para mantenerse en posición vertical, parados o sentados, rigidez, cuando permanecemos durante tiempo prolongado en la misma posición, palpitaciones, taquicardia, sensación de falta de oxigeno, nauseas, colon irritable, temblores, vértigos, respiración irregular, dificultad para ponerse de pie o exponerse a temperaturas extremas, cistitis no viral, temperatura corporal alterada, ( se puede sentir más frio o calor con sensaciones alternadas), dificultad de adaptación a sobrecarga de estrés, intolerancia barométrica y térmica.
¿Que síntomas puede experimentar durante sus recaídas de síndrome de fatiga crónica?
Debemos mantenernos serenos durante las crisis de síndrome de fatiga crónica a pesar de los síntomas desconcertantes que podemos experimentar. Mientras tanto, es imprescindible el reposo necesario.
Durante las recaídas frecuentemente suelen aparecer los siguientes síntomas:
Excitabilidad: Sus pensamientos estarán acelerados. Podrá sentir que se suceden vertiginosamente mientras el cuerpo se siente extenuado. Esta sensación puede hacerle experimentar sentimientos de frustración.
Fallas de memoria: Su memoria se sentirá disminuida y le impedirá relativizar su estado durante la crisis. Usted puede creer que el resto de su vida continuara con menor calidad de vida tal como se encuentra en ese momento y podrían surgir pensamientos dramáticos. Recuerde entonces, que su recaída es temporal y pronto pasará.
Pensamientos dramáticos: Con serenidad, intente hacer proyecciones de paisajes serenos y hermosos. Piense en positivo, sienta que mientras descansa su cuerpo se está recuperando y recobrando fuerzas y siéntase agradecido anticipando su pronta mejoría. Recuerde que sus emociones están conectadas a la producción de neurotransmisores que lograran estabilizarlo.
Taquicardias: Pueden manifestarse durante las recaídas. Si las siente no conserve las posiciones completamente verticales u horizontales. Un almohadón colocado debajo de nuestra espalda ayudara a normalizarnos.
Intolerancia ortostatica: S i no puede mantenerse de pie y se siente agobiado, descanse en posición horizontal con un almohadón debajo de sus rodillas, otro debajo de la espalda y una almohada debajo de los pies.
Colon Irritable: Cambie su alimentación a comidas ligeras y muy sanas. Los intestinos albergan una gran cantidad de serotonina y es natural que se sientan afectados.
Pobre oxigenación: Si notamos la sensación de carecer de aire, respiremos pausada y serenamente.
Debilidad muscular: Con el descanso recuperaremos el buen tono.
¿Como puede prevenir sus recaídas y recuperarse?
Una medida preventiva es recordar descansar 10 minutos en posición horizontal cada dos horas.
Es recomendable realizar movimientos sin fuerza. El empleo de movimientos de fuerza está contraindicado. El movimiento genera energía y la fuerza aumenta el agotamiento.
Los ejercicios deberán ser siempre secuenciados. (Divididos en secciones). Reemplace una caminata de 30 minutos por periodos de 10 intercalando descansos de 5 minutos.
En el estadio 1 se puede practicar natación. En el estadio 2 se pueden hacer movimientos en el agua. Está contraindicado correr, se gasta energía y produce estrés osteoarticular. En el estadio 3 se puede practicar eutonía, masajes muy suaves con aceites corporales, no aplicar masajes descontracturantes. En este estadio, la natación está contraindicada.
Sea prudente con la tentación de inscribirse en un gimnasio. Piense si su estado le permite una hora de ejercicios intensos. Si su condición no lo permite, se deben empezar los movimientos durante unos pocos minutos e incrementarlos a lo largo del tiempo de acuerdo a nuestras posibilidades individuales.
Se observo en muchas personas con síndrome de fatiga crónica una menor capacidad pulmonar. Se debe aprender a respirar bien. El movimiento debe acompañarse con la oxigenación de los músculos.
En lo posible, siga una dieta sana preferentemente alcalina con abundancia en alimentos antioxidantes, minerales y oligoelementos, pobre en gluten, azúcar, sal, grasas, lácteos y alimentos con conservantes y saborizantes.
Cuando se sienta agotado, no consuma bebidas o alimentos energizantes, estimulantes o demasiado azucaradas para continuar forzándose. Su cuerpo, claramente le está indicando que debe detenerse a descansar. Repose el tiempo necesario y luego continúe.
Una dieta sana, la práctica de movimientos y los descansos necesarios lo ayudaran a reducir su inflamación, rigidez, toxicidad, mejoraran su circulación y fortalecerán su sistema inmune.
Sus dificultades cognitivas pueden revertirse con la terapia cognitiva adecuada. Aprenda técnicas que podrá realizar mientras descansa: juegue sudoku, haga palabras cruzadas, sume los números de las patentes de los autos que ve pasar, tache alternadamente las vocales de un texto, memorice canciones o poemas.
¿Puede hacer sus tareas empleando menos energía?
La duración de los días corresponden a un ciclo durante el cual por ahora usted no deberá calcular en toda su extensión para planear sus actividades. Aprenda a calcular la cantidad de su energía de acuerdo al tiempo en que usted puede permanecer en actividad diariamente. Esta medida es variable en cada persona y momento de su síndrome, edad, género, estado de salud. Agende de acuerdo a ello la cantidad de trabajo diario y sus fuerzas, como una ecuación de tiempo. Intercale momentos de descanso, descontracturados y distiéndase. Durante ellos, puede agregar música relajante, un hobby o lecturas agradables.
Si aprende a respetar sus límites y escuchar a su cuerpo, su energía, podrá aumentar lentamente.
Recuente sus logros. Si lo desea, lleve un diario con sus tratamientos y resultados. Lo ayudara a comparar la evolución de sus síntomas, apreciar sus logros y encauzar sus prácticas.
Acostúmbrese a considerar que las emociones intensas, producen tensiones que van a generar un gran gasto de energía y cansarlo. Acuda a terapia conductista conductual. Aprenda a manejar mentalmente sus estados emocionales.
Si debe tomar una decisión, no se irrite e intente no decidir nada durante sus recaídas. En ellas sus pensamientos serán vertiginosos y correrán aceleradamente mientras su cuerpo cansado, responderá muy lentamente. Tómese el tiempo preciso para reunir toda la información posible consulte con otras personas y considere que usted puede resolver sus conflictos serenamente. Piense que nuestras pequeñas fallas de memoria, lo limitaran al presente. No podrá dimensionar sus fuerzas reales, mientras usted no se sienta bien, ni planear proyectos futuros.
En ocasiones le costara conciliar el sueño por una persistente sensación de vigilia. No mire tv, ni trabaje con su computadora durante la noche, desenchufe sus aparatos electrónicos en el dormitorio,
No confunda sueño, con somnolencia. Respete sus horarios de descanso. Cuando despierte descansado, trabajara mejor. Si usted se despierta muy temprano, continúe descansando hasta una hora adecuada. Sus músculos y cerebro se lo agradecerán.
Cuando su cuerpo se relaje, acepte el sosiego de buen grado.
Mantenga sus esperanzas. Muchas personas nos sentimos mejor cuando aprendemos a conocernos y nos cuidamos en consecuencias.