miércoles, 21 de abril de 2010

Frente al Espejo, poesía de Virginia Gawel.-


FRENTE AL ESPEJO
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> Yo, que comí la cáscara por no merecer la pulpa.
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> Yo que le creí a la culpa y me escondí tras su máscara.
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> Yo, que me abofeteé y me dije los más obscenos insultos,
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> que me negué a darme indultos condenándome a estar triste.
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> Yo, que suicidé a mi anhelo para lograr ser querido.
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> Yo, que me enemisté conmigo, truncando todos mis vuelos
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> Yo, que me escupí en la cara, abusador de mí mismo.
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> Yo, que complací al cinismo, sobornando a quien me amara.
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> Yo: exigente y despiadado, con nadie como conmigo.
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> Yo: mi más cruento enemigo, mi juez y mi sentenciado...
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> ...me levanté esta mañana cansado de no quererme,
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> de apagarme, oscurecerme (que mi luz no encandilara).
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> Vi en el espejo mis ojos mirándome en mi mirada,
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> tantas veces empañada por mirarme con enojo...
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> Y me di ternura... Y vi, en ese rostro cansado
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> que me observaba extrañado, lo bello de lo que fui:
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> me vi ante los que han sufrido amparando el desamparo.
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> Me vi veraz. Me vi honrado. Me vi noble. Me vi erguido.
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> Me vi alentando lo Hermoso. Me vi reparando heridas.
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> Con mi sangre agradecida me supe ingenuo y gozoso.
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> Me vi venciendo al Abismo sin mancha ni cicatriz...
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> y quise hacerme feliz honrando que soy yo mismo.
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> Que soy franco, solidario. Que soy leal y confiable,
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> y que cuando envainé mi sable aposté a lo humanitario.
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> Sin autocompasión malsana, fui piadoso ante mi pena,
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> y levanté mi condena... como el que, amando, se ama.
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> Aprecié que, pese a todo, pese al error y al acierto,
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> siempre elegí estar despierto, sin sumergirme en el lodo.
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> Y mirando mi mirada me pedí perdón, llorando.
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> Y, de mirarme mirando, Amé a ése a quien miraba.
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> Quiero empezar a regarme, fiel labriego de mí mismo,
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> porque no es egocentrismo abrir mi Esencia y mostrarme.
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> Vine a Ser. Y eso decido: dispongo abrirme a la Vida.
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> ¡Ya basta de tanta herida, siendo heridor... y el herido!
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> Declaro, en el día de hoy, no una tregua: una Amistad.
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> Asumo la potestad de respetar a quien soy.
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> Por todo lo que no fui, y por lo que hice posible,
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> así: imperfecto y querible, decido creer en mí.
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> Virginia Gawel