martes, 21 de septiembre de 2010

LA FURIA Y LA TRISTEZA

La furia y la tristeza









En un reino encantado donde los hombres nunca pueden llegar o quizá donde los hombres transitan eternamente sin darse cuenta,…..

En un reino mágico donde las cosas no tangibles, se vuelven concretas…

Había una vez….

Un estanque maravilloso.

En una laguna de agua cristalina y pura donde nadaban peces de todos los colores existentes y donde todas las tonalidades del verde se reflejaban permanentemente…

Hasta aquel estanque mágico y transparente se acercaron la tristeza y la furia para bañarse en mutua compañía.

Las dos se quitaron los vestidos y desnudas, entraron en el estanque.

La furia, que tenia prisa (como siempre le ocurre a la furia), urgida -sin saber por que- se bañó, rápidamente y más rápidamente aún, salio del agua….

Pero la furia es ciega o por lo menos no distingue claramente la realidad. Así que, desnuda y apurada, se puso al salir, el primer vestido que encontró….

Y sucedió que aquel vestido que encontró no era suyo, sino el de la tristeza….

Y así, vestida de tristeza, la furia se fue.

Muy calmada, muy serena, dispuesta como siempre a quedarse en el lugar donde está, la tristeza termino su baño y sin ninguna prisa- o mejor dicho, sin conciencia del paso del tiempo- con pereza y lentamente, salió del estanque.

En la orilla se dio cuenta de que su ropa ya no estaba.

Como todos sabemos, si algo que a la tristeza no le gusta quedar al desnudo. Así que se puso, la única ropa, que había junto al estanque: el vestido de la furia.





Cuentan que entonces, muchas veces uno se encuentra con la furia, ciega cruel, terrible y enfadada. Pero si nos damos tiempo para mirar bien, nos damos cuenta de que esta furia que vemos, es solo un disfraz y que detrás del disfraz de la furia, en realidad, esta escondida la tristeza.





Tomado de “Cuentos para pensar”

de Jorge Bucay