martes, 21 de septiembre de 2010

REFLEXOLOGIA

Todo sobre reflexología


Conozca los beneficios de esta terapia alternativa empleada desde hace
cientos de años en todo el mundo. Se basa en aplicar presión sobre los
puntos reflejos de las manos, los pies y las orejas.


La reflexología es una terapia alternativa que consiste en aplicar
presión sobre los puntos reflejos de las manos, los pies y las orejas.
Se basa en el principio de que esos puntos están relacionados con las
glándulas y los órganos internos.


De hecho, a cada zona del pie, de las manos o de las orejas, le
pertenece alguna parte del cuerpo. Entonces, al presionar un punto
reflejo se puede equilibrar el flujo de energía y así corregir el mal
funcionamiento del organismo.


En las plantas de los pies, por ejemplo, hay cerca de 70.000
terminaciones nerviosas. Estas son parte de las "zonas longitudinales"
por donde pasa la energía. Para la reflexología el cuerpo se divide
longitudinalmente en diez zonas, cinco de cada lado. Van desde las
puntas de los dedos de los pies hasta la cabeza y luego hasta la punta
de los dedos de las manos (o viceversa). La primera zona va desde el
primer dedo del pie hasta el centro de la cabeza y luego hasta el dedo
pulgar. La segunda zona va desde el segundo dedo del pie hasta la
cabeza y hasta el dedo índice, así sucesivamente con el resto de las
zonas.


Al hacer presión sobre un punto reflejo se actuará sobre el órgano del
cuerpo que se encuentre en la misma zona.


Los reflexólogos pueden trabajar sobre el sistema endocrino,
constituido por las glándulas endocrinas que son las que producen
hormonas. También, esta terapia actúa en el sistema digestivo y en los
órganos reproductores del hombre y la mujer. Y muy especialmente
trabaja sobre el sistema musculoesquelético y el sistema nervioso.


Sistemas musculoesquelético y nervioso
Los sistemas musculoesquelético y nervioso constituyen la estructura
que nos permite movernos. El primero está compuesto por los huesos y
músculos. El segundo se compone del encéfalo, la médula espinal y los
nervios que se ramifican a partir de esos órganos.
Las zonas reflejas que corresponden a estos dos sistemas se
distribuyen por los pies y las manos.


Un tratamiento reflexológico alivia los espasmos musculares y favorece
la coordinación de movimientos. Esto ocurre porque calma los impulsos
eléctricos que se originan en el encéfalo y que se transmiten por la
médula espinal. De esta manera se estimula la relajación de los
músculos, de los ligamentos y de los tendones.
Pero este tratamiento es, además, holístico, es decir que considera al
cuerpo como un todo. Y como el encéfalo y la médula espinal envían
información a todo el cuerpo, con la reflexología se estimulan incluso
órganos sensoriales, la piel y todos los músculos.


Fuente: "Reflexología, Guía Ilustrada de la Salud", Beryl Crane,
editorial Könemann.